Elige reír bajo la lluvia.
Me parece increíble el nivel de inteligencia que nosotros los mexicanos demostramos cuando se trata de inventar chistes y hacer mofa sobre temas que innegablemente son catastróficos para otros. En lo personal, creo que es una forma en cómo los mexicanos lidiamos con lo adverso; buscamos el lado ameno que nos lleve más allá de la cruda y temerosa realidad, a una realidad más tolerable y afable. En momentos de crisis, no hay duda de que somos ocurrentes. Como en estos momentos cuando el mundo se enfrenta a la crisis del coronavirus, la propagación no sólo del virus sino de las bromas acerca de dicho virus se están expandiendo con rapidez.
Esta mañana comentaba con mi madre acerca de la situación de las escuelas públicas en USA cerrando por semanas a raíz del Covid-19 y ella me mandó esta broma:
“Pregunta, ¿lo del posible cierre de los colegios es con los niños adentro o afuera? Digo, para organizarme jajaja.”
¿Buena broma no? Si tengo que ser honesta, debo admitir que después de leerla sentí cierto alivio por no ser la única persona que se siente un tanto agobiada por el hecho de tener a los niños en la casa por tres semanas (eso si el cierre de las escuelas no se alarga por más tiempo...) Es la misma razón por la cual no soy el tipo de persona que puede considerar “homeschooling” como una posible alternativa para nuestra familia. Honestamente, tengo poca paciencia y no me es nada fácil trabajar bajo estructura, horarios y estricta disciplina. Sin embargo, esta broma me hizo recapacitar en la posibilidad de ver la situación desde una perspectiva diferente. Es como la teoría de ver el vaso medio vacío o medio lleno. Todo radica en una decisión personal de ver el lado positivo de cualquier situación. No es que la situación es si no sea seria y requiera acción de nuestra parte, sino poder tomar la bueno para aliviar lo no tan bueno.
Así que hoy decidí comenzar el primer día de “lock-down” con gratitud haciendo una lista mental de todas las cosas que tengo para celebrar durante este tiempo: agua potable para lavarnos las manos, jabón par alas manos, comida en el refrigerador, libros, Internet, acceso al hospital y al doctor si lo necesitamos, un parque para ir a correr y familia con la cual encerrarme del mundo y no morir de aislamiento.
El resumen de la cuestión: escoge cantar bajo la lluvia que no lloverá para siempre. O como decía mi abuela, “no te tomes la vida tan en serio, no vas a salir vivo de ella.”